Breve historia del tejido.
La producción textil es tan antigua como la humanidad; en muchas civilizaciones inclusive fue anterior a la cerámica o la alfarería. En sus comienzos se vinculaba a la actividad de “recolección”, en la construcción de estructuras tramadas que pudieran contener los alimentos recolectados, como la cestería. Los distintos pueblos o civilizaciones del mundo han respondido de manera similar a la necesidad de construir elementos de uso, para la alimentación, la vestimenta y también como expresión subjetiva y de creencias.
Según datos de investigaciones, los más antiguos de América se realizaron al norte de Perú, hacia el año 8.500 a . de c. Utilizaron fibras vegetales, como la pita y el algodón. Entre el 1.200 y el 400 a . de c. se desarrolla la cultura Chavín que produce algodones teñidos con ataduras. En Nazca (100 a . de c. al 700) ya se utilizan todas las técnicas pero predominan los tapices, con diseños geométricos. Hay una elaboración minuciosa del diseño con representaciones humanas, animales y vegetales, como síntesis de sus formas, geometrizaciones o estilizaciones. En los tejidos incas (1430 al 1530) encontramos la estructura del damero, como reflejo de una sociedad basada en el orden y la jerarquía, que se expresa en la simetría y el equilibrio de las composiciones. Las características de los diseños están relacionadas con el contexto geográfico de cada pueblo, diferenciándose los de llanura o valles, de los de montaña y los de selva. También incluyeron otros elementos en sus tejidos, como plumas, borlas, plata y oro.
Los tejidos del Egipto antiguo encontrados en las tumbas faraónicas, eran de colores muy brillantes y tenían gran cantidad de hilos por centímetro cuadrado. La ruta de la seda, de Oriente a Occidente, enriqueció los ya importantes tejidos del Mediterráneo, a través de Persia. La mano de obra era fundamentalmente femenina. Más adelante, en el tiempo, la dominación árabe –musulmana- hizo que la región se desarrollara enormemente, vinculando las técnicas y tradiciones de Egipto, Irán y Siria. Desde entonces se conocen la muselina (de Mossoul), el damasco (de Damasco, capital de Siria) y el tafetán (del turco-persa, Tafta) que significa tejidos de seda. Las fibras más utilizadas eran el algodón, la seda, la lana y el lino.
En China, su historia avanza simultáneamente con la seda, su cultivo y dominio en la elaboración de tejidos, que expresaban escenas cotidianas, de viajes y guerras. También son muy elaborados y preciso los tejidos de la India.
ARTE TEXTIL
En Francia, a partir de 1662, la manufactura de Gobelinos evoluciona por impulso de la pintura, y tiene un impulso reconocido en el mundo entero hacia fines del siglo XIX. Se utilizó una técnica de reproducción de una pintura que se toma como diseño, donde predomina la figura humana, los animales y el follaje. Los tapices se asemejaban a los murales, confeccionados por una cantidad considerable de trabajadores.
En la segunda mitad del siglo XX comienza a romperse las pautas y códigos utilizados hasta entonces. Tejedores y artistas re-valorizan la producción textil, el arte de la fibra y de la trama. La obra corre por su cuenta desde el comienzo al fin. Su materia no es la pintura, el papel o la tela, sino la fibra; sus instrumentos no son los pinceles, gubias o lápices, sino los telares, el ganchillo o la aguja. Los tejedores ya no buscan reproducir una imagen pictórica, sino producir un trabajo autónomo que, si bien tiene características propias de la pintura, no surge de ella, y se apoya en las propiedades de las fibras o hebras de tramas y urdimbres, es decir, de las técnicas textiles.
Hay una gran variedad de tejidos, que podríamos clasificar en tres grandes grupos: 1) aquellos donde la urdimbre es la protagonista (tejidos mapuches, tobas); 2) los que se equilibran los pesos relativos entre urdimbre y trama (tafetán o telas) y 3) los que la urdimbre queda oculta por la presencia total de la trama (tapiz de alto liso). A cada uno de ellos le corresponde un tipo diferente de telar o bastidor.
Esta es una breve síntesis
que tomé de un hermoso texto, que invito a leer:
“ARTE Y ARTESANÍA DEL TAPIZ”
Silvia Roldán
(1999)
Ediciones Alfonsina
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